jueves, 29 de enero de 2009

Otro cáncer de la ciudad: Los taxistas

Este es un post inesperado, pero como tengo la maldición del blogger, me pasó a mí para podérselo contar a ustedes.

Me bajé como todos los días del bus de mi trabajo en la autopista con puente peatonal del Cardio Infantil, y caminé desde ahí hasta mi casa, bien arriba de la avenida 19. En esas me encontré con un semáforo peatonal en rojo, mientras pasaban los vehículos. Una vez el semáforo vehicular se puso en rojo, esperé como buen pendejo que soy, a que el semáforo peatonal se pusiera en verde. (la mayoría solo espera a que el semáforo vehicular se ponga en rojo) yo esperé un poco más.

Cuando vi mi semáforo en verde procedí a pasar, iba yo con los audífonos puestos y vi como los vehículos se detenían, como debe ser… pero con el mal llamado rabillo del ojo medio alcancé a ver una mancha amarilla que se dirigía hacia mí a toda velocidad en plena aceleración, como pude me detuve sorprendido por la criminal maniobra del taxista, este pasó sin ni siquiera pitar, a toda velocidad.

Como pude intenté darle una palmada a la parte posterior del taxi como para indicarle que casi me atropella, y a la velocidad que iba, bien pudo haberme matado, ni siquiera le pude pegar bien la palmada porque me enredé sacando la mano del bolsillo de mi chaqueta así que fue más un acto de indefensión ante el taxi que una agresión siquiera significativa para una máquina de más de una tonelada de peso contra mi.

El caso es que seguí mi camino normalmente, con mi música en los oídos… cuando escuché alguien gritando, me volteé y vi que era un tipo (el taxista) que se vino detrás mío, se bajó del taxi y venía hacia mí, putísimo, reclamándome porque disque yo le había pegado una patada al taxi… ahhh?

De entrada me empujó, (como siempre comienzan las peleas de gañanes) pero yo estaba más concentrado en defender mi posición que en agredirlo a él; el caso es que el tipo me alegaba, yo le dije que no le había pegado una patada (ni protagonista de Matrix que fuera yo) cómo le voy a pegar una patada a un carro que pasa al lado mío casi atropellándome, mucho bruto el taxista mal nacido, la lógica no permite una patada en esa situación, debió estudiar hasta kinder – y eso validando porque es imposible la maniobra, a menos que uno sea un artista marcial… y yo con esta flexibilidad de ladrillo que me gasto. Ni modo.

En fin, le dije que si aparte que casi me atropella, encima me iba a pegar, el tipo arremetió con toda serie de babosadas dignas de un taxista, en fin, la cosa quedó en que el tipo regresó a su taxi a seguir exponiendo la vida de los bogotanos mientras me decía que RESPETE ! – Yo le dije, USTED RESPETE ! RESPETE LA VIDA ! NO SE PASE LOS SEMÁFOROS EN ROJO GUEVÓN !!!

La cosa no pasó a mayores, no peleé físicamente con el tipo por 2 razones.

  1. No soy un salvaje temperamental, simplemente no está en mis genes, no estoy tan cerca del simio genéticamente como la mayoría de los transportadores colombianos. Para pelear, me tienen que pegar primero, ahí si respondo, y como no se pelear pues hago lo que puedo, hasta muerdo si es necesario porque no me voy a dejar humillar.
  2. Gane o pierda la pelea con el gañán ese, luego llegarían el resto de la manada (más taxistas) a defenderlo a él y me matarían a mí, como pasa a diario en Bogotá, donde en cada accidente, llegan decenas de taxistas a apoyar a sus compañeros, sin importar si tienen la razón o no.

En fin, acá los taxistas hacen lo que se les da la gana, paralizan la ciudad entera cuando les place, se la montan a los alcaldes, matan a los delincuentes sin previo juicio, etc, etc, etc.

Si las cosas siguen así, en un futuro este gremio de ampones se van a acabar de tomar la ciudad y nos van a perjudicar a todos, y al que se oponga… lo matan. Quien les dice que no?

Hasta la próxima…

Taxistas de mierda (perdón pero me tenía que desahogar)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el colmo la salvajada de estos ampones disfrazados de gente honrada!, que pena que me exprese asi de ellos, y que me perdonen los pocos taxistas decentes, pero esto es el colmo, si por lo menos los policias hicieran bien su trabajo, pero asi es esto, acá en Colombia entre mas ampón se pueda ser más orgullosos se sienten, a la proxima hay que tomarle la placa al taxi y denunciar si es que se corre con la suerte de dar con un policia que sirva para algo!!

Juan Pablo dijo...

Quisiera decir que es una historia increible, pero realmente no es difícil de creer lo que le pasó. Acá, no solo los taxistas sino personas de muchas otras profesiones, tienen muy poco respeto por la vida y en general por los derechos de las demás personas. Primero ellos que los demás.

Un saludo.