jueves, 31 de julio de 2014

Una muerte pendeja

Hace unos 5 años se dañó la lavadora de toda la vida, esa que mi madre compró cuando tenía mi edad y duró décadas sin mayor inconveniente, yo soy era fan de la modernidad, para mí todo lo moderno solía ser mejor, asi que emocionado vi llegar la nueva lavadora con tablero digital y pendejadas varias, pero mi madre no compartía la misma felicidad, decía que esa lavadora que se fue "era de las buenas" que las de ahora son desechables... resultó tener razón, a los 3 años ya había muerto el bendito tablero digital que resulta valer casi la mitad de lo que vale la lavadora.

Yo soy de los buenos también, de los de antes, de los que duramos, de los que no nos enfermamos, de los que soportamos el uso y el abuso; los chinos de ahora comen puro mugre, se caen de un andén y tenga su fractura de fémur. A mi me daban dos gripas al año que me amargaban dos semanas respectivamente, al escribir este post ya voy como para 10 meses que no me da gripa, la miserable me tiene abandonado; de resto no voy al médico ni por sospecha, nada me hace daño, no me mareo en los paseos ni me dio la pálida en el test de Cooper del colegio.

Como casi de todo, y lo que no como es por preferencia personal, filosofía de vida, y demás, no porque algo me haga daño; la comida de mar no es mi favorita pero la prefiero al pollo que es la cosa más desabrida del planeta, aunque desde la niñez disfruto de las cazuelas de mariscos y la paella; hace un un par de años fui a un restaurante y pedí cazuela de "camarones", dos horas después llegué a mi apartamento y la cara se me había llenado de "ronchas" similares a cuando a uno lo pica una pulga, me rascaba casi todo el cuerpo y mientras consultaba en internet me enteré que podría ser una reacción alérgica a los mariscos, no lo podía creer. Con el paso de las horas la cosa no pasó a mayores y decidí no volver a comer eso, de todas maneras no era mi comida preferida.

Casi un año después me comí un plato de Paella, tal vez el más rico que haya probado en mi vida, otro par de horas después caí en cuenta que no debería haberlo comido pero resultó ser inofensivo, no me pasó nada, así que asumí que el primer episodio fue un caso aislado así que le resté la poca importancia que tuvo en su momento.

Hace un par de semanas me comí un arroz con camarones y una hora después tuve reacción alérgica, casi igual que la primera de hace dos años, esta vez se le adicionaba algo de tos, volví a leer en internet y resulta que la alergia a los mariscos puede aparecer en cualqier parte de la vida y que puede tener efectos varios, desde los que tuve yo hasta la muerte por anafilaxia, inflamación de las vías respiratorias, etc; que le pase a alguien una u otra cosa no depende de nada, nadie puede estar seguro de si tendrá reacción alérgica y mucho menos de la magnitud de la misma.

Fue un sábado, la novedad de la tos me hizo pensar que la reacción alérgica fue más severa que la primera vez, y lo tomé con la falta de seriedad que me tomo todo en la vida, pero en el fondo alcancé a temer por mi vida, escribía pendejadas en twitter pero una parte de mi cerebro estaba tratando de encontrar una forma de lograr recibir atención médica, mi cara era una cosa espantosa, totalmente llena de ronchas casi hasta el pecho, tenía una picazón insoportable en la cabeza, tosía con frecuencia, y los primeros minutos todo parecía ir de mal en peor; los sábados el tráfico de Bogotá es como de película del fin del mundo, la única forma de recibir atención médica oportuna para un caso severo de anafilaxia sería pedir un helicóptero y esas cosas no pasan en el tercer mundo, en Colombia la gente se muere de hambre haciendo fila en los hospitales; de yo haber presentado una verdadera emergencia habría muerto con toda seguridad, fui un irresponsable, pero también fui realista, no habría logrado llegar a donde fuera que tuviera que ir para salvarme.

Hay gente que se entera pocos minutos antes de morir de que es alérgica a las picaduras de abeja, otros se caen de un andén de 20 centímetros y se desnucan; como diría mi madre: «para morirse solo se necesita estar vivo».

No he sido el tipo más responsable del mundo, pero de morirme habría preferido algo más divertido como el automovilismo que tanto amo y en el cual he pasado un par de sustos, una vez casi me mato pero eso no viene al tema; el caso es que ese sábado pensé «qué estupidez morirme ahorita por semejante pendejada».

Ya hice el compromiso serio de no volver a comerme un bicho de esos, quedaré en espera de averiguar qué me va a matar, ya no miro a las abejas con la misma tranquilidad que antes, qué tal también sea alérgico esos animalitos y como nunca me han picado pues ni me he enterado.

En la noche tomé algo de whisky, no sé si sería lo más apropiado luego de una reacción alérgica pero recuerden que soy un irresponsable, ya con algo de alcohol en la cabeza volví a recordar mi mayor susto al volante del que salí sin un rasguño y con el carro igual, y cómo algo tan inofensivo y zanahorio como comerme un plato de arroz con camarones casi me cuesta la vida, entonces concluí que uno debe hacer más cosas de las que le gustan en la vida porque se puede morir tomándose un saludable vaso de agua en el momento menos pensado.

Ya no tengo alcohol en la cabeza pero la idea siguie ahí, y es lo que les quería contar, pero si se matan no me culpen, solo que todo es muy relativo, al año muere más gente por reacciones alérgicas que pilotos por accidentes automovilísticos.

Mi mensaje que también es un cliché es el siguiente: no le hagan daño a nadie, pero de resto, hagan lo que les venga en gana parara ser felices, igual se van a morir de lo que tengan que morirse, y no pueden hacer nada para evitarlo.

2 comentarios:

Herbert A dijo...

Si uno supiera que se va a caer durante el día sale gateando. Buen relato. Saludos

Anónimo dijo...

Hola, Andrés, un placer volver a leerte, la verdad es que hay que hacerle a todo, la vida es demasiado corta como para dejarla pasar...
Un saludo desde Putumayo.
Hernán Vallejo.
Pd: Como vas con los smartphones??